lunes, 23 de mayo de 2011

Música terapéutica

Hoy, como tantos otros días, volvía a casa desde Madrid con los auriculares puestos y me ha dado por pararme a pensar en la influencia que tiene la música en mi vida, en mi estado anímico, en mis recuerdos, en mis relaciones... Supongo que mucha gente se habrá planteado los fines terapéuticos de la música, pero yo me pregunto, ¿es totalmente inviable sustituir antidepresivos por una buena dosis de feel-good music?

Haciendo memoria, la música me ha ayudado en contadas veces a ponerle nombre a determinados sentimientos que ni siquiera me había planteado. Otras veces descubro una canción que se atreve a decir lo que yo por dentro estoy gritando y que no exteriorizo por miedo, o por falta de fuerza y de ganas. Los himnos me erizan la piel, la copla me hace llorar cuando estoy en el extranjero y una de las buenas de Sabina directamente me desbarata.

Y por otro lado, en días como hoy, la música me grita por todas partes que siga soñando, que siga siendo feliz y que mire a la vida de frente. Que confíe, que me deje guiar, que disfrute de las cosas y de la gente buena. Que después de esta tormenta, la calma será maravillosa, que el mundo está lleno de luz aunque me empeñe en ir soplando velitas de vez en cuando...

Yo lo avisé, soy la persona más optimista que conozco, este blog no es apto para vasos medio vacíos ;)

À bientôt!



miércoles, 27 de abril de 2011

Miserables


No os asustéis por el título, esto no es otra forma de mostrar mi querida enfermedad ante todos vosotros. Después de tantos meses sin escribir, por fin he encontrado unas palabras que merece la pena que veáis. No son mías, son del gran Victor Hugo, y de ahí el título. Y él dice así...

"El ser humano sometido a la necesidad extrema es conducido hasta el límite de sus recursos, y al infortunio para todos los que transitan por ese camino.
Trabajo, salario, comida y cobijo, coraje y voluntad, para ellos todo está perdido. La luz del día se funde con la sombra y la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad el hombre se aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños y los fuerza a la ignominia. Luego de esto cabe todo el horror. La desesperación encerrada entre unas endebles paredes da cabida al vicio y al crimen...

Parecen totalmente depravados, corruptos, viles y odiosos; pero es muy raro que aquellos que hayan llegado tan bajo no hayan sido degradados en el proceso, además, llega un punto en el que los desafortunados y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico.
Ellos son 'Los Miserables', los parias, los desamparados."
Victor Hugo


Y he elegido este texto porque me da que pensar. Basta con darse un pase por la calle para ver a muchos de estos "miserables" que él nombra, y no son siempre como imaginaríamos un pobre de la Francia de aquella época. Cuántas personas a nuestro alrededor sufren constantemente y se dan a una vida llena de vicio, de corrupción, de horror, a ese "mundo fatídico" del que él habla, sin necesidad de llevar los zapatos rotos ni los dientes negros.
Lo que Victor Hugo quiere decirnos con este fragmento, con este libro en general, es que quien ha llegado a vivir ese tipo de vida, no ha sido por gusto, ni por casualidad. Alguien antes le ha pisado, lo ha degradado hasta el punto de tener que llegar a esos límites de miseria.
Quizá deberíamos pararnos a observar a nuestra gente cercana, esa de la que siempre nos quejamos porque "no sabe qué está haciendo con su vida", porque "no entiendo por qué se ha vuelto así".. Quizá haya una razón para todo eso y quizá seamos más culpables de lo que nos imaginamos.