Por motivos más que obvios, la distancia es "puñetera"
Quienes me conocen bien, saben que expresarme es una necesidad casi prioritaria en algunos momentos para mí. Ahogando un deseo de hace muchos años que llevaba un tiempo bailando entre la inseguridad y la falta de originalidad, en Septiembre, un mes de empezar muchas cosas, me decido a crear por fin un rincón para este propósito. No sé realmente qué pretendo con este sitio: si contaros mis experiencias o plasmarlas para mí misma y releerlas en un futuro. Me gusta aferrarme a los recuerdos, y disfruto abriendo ese "baúl" a menudo para echarles un ojo, revisarlos e incluso catalogarlos y ordenarlos. Al fin y al cabo somos lo que hemos vivido (emulando a los "Despis", e incluso a Melocos, qué poco original...), y nuestro pasado nos define, por lo que no es bueno olvidarlo.
A efectos prácticos, la razón del título es una triste imitación algo cambiada del título de la novela "Travesuras de la niña mala" de Mario Vargas Llosa, que os recomiendo encarecidamente. En cuanto a la dirección del blog, si de verdad me conoces, sabrás por qué elegí estas palabras. Son muchos los buenos recuerdos que "parten de miradas" y hasta aquí puedo leer. Si no me conoces, estoy seguro de que coincidirás conmigo en la importancia del lenguaje de los ojos, y de todo lo que es capaz de comunicar.
De cualquier manera, esta "niña buena" se despide del sol de España para explorar Great Britain, y más concretamente, la ciudad de Londres. De modo que este rincón puede servir también para que sepáis de mí, de cómo me va y de cómo me trata el "garbo" (espero que no tan irónico como ahora lo pienso) inglés. Como reza el subtítulo de esta entrada, lo malo que tiene la distancia es que nos separa, vellis nollis, del lugar al que pertenecíamos, y un lugar no es sólo un emplazamiento, sino las personas que lo habitan, y aquí viene la parte dura de esta decisión.
Para empezar, no tengo más que decirsos, espero que disfrutéis de mis palabras tanto como yo escribiéndolas. Decía Miguel de Cervantes que "La pluma es la lengua del alma", por lo que deseo verdaderamente que disfrutéis con estos pequeños retales de la mía, de mi alma, que iré compartiendo con vosotros poco a poco.
À bientôt!